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Foto del escritorProfesor Ronal Vargas Araya

“Ascensión Esquivel Ibarra (1844-1923), presidente de Costa Rica.

Un nicaragüense que creció en Liberia y llegó a Presidente de Costa Rica.


Fue el presidente 18º de Costa Rica, a pesar de haber nacido en Nicaragua. Se convirtió en costarricense por nacimiento gracias a una norma constitucional de 1869. La naturalización como costarricense que había logrado en 1863 quedó sin efecto en 1869, cuando se le declaró costarricense por nacimiento, en virtud de una de las disposiciones emitidas en la Constitución Política de ese año, que otorgaba esa condición a quienes hubiesen vivido en Guanacaste antes de 1858, por eso lo consideramos como un guanacasteco “adoptado”, como tantos otros que venimos de fuera y regamos nuestros sudores en estas bellas pampas.

No en vano el centro educativo más antiguo de Liberia inmortaliza su nombre: escuela Ascensión Esquivel Ibarra, planeada desde noviembre de 1902, al inicio de su mandato presidencial, pero inaugurada en 1904. Con más de 104 años de antigüedad, la escuela fue declarada Patrimonio Cultural mediante el decreto 19699-C del Ministerio de Cultura, en La Gaceta #105, un 6 de abril de 1990, por lo que se ha invertido recientemente en su conservación una cifra nada despreciable de 254 millones de colones.


Don Ascensión nació el 10 de mayo de 1844, en la localidad nicaragüense de Rivas; trasladándose con su familia, contando tan sólo 10 años, a vivir a Liberia, Guanacaste. Era hijo no reconocido de José María Esquivel y Antonia Ibarra. “Ya en medio de la adolescencia y con tan solo quince años de edad, el joven Esquivel Ibarra desempeñó su primer trabajo, al ser nombrado, en 1859, como escribiente de la sede de Gobernación de Liberia. Dependencia pública, la cual, para ese año, era precisamente dirigida por su progenitor, en razón del designio que había recibido como Alcalde Constitucional de esa localidad. Asimismo, fue durante esta misma época, cuando don José M. Esquivel decidió legitimar a su hijo” (1), en 1859. Tres años después, precisamente en 1861, cuando el abogado guanacasteco Lic. Antonio Álvarez lo invitó a viajar con él a San José para que pudiese cursar estudios superiores, el joven no lo pensó dos veces y se fue a residir en su casa de la capital.

Contando 35 años, se casó en primeras nupcias con la cubana Herminia Boza y Boza, con la que tuvo una hija, Hortensia Esquivel Boza, que murió de año y 4 meses. En 1894 moriría en Cuba su esposa, víctima de una larga enfermedad, contando tan solo 36 años. Volvió a contraer matrimonio en 1899 con Adela Salazar Guardia (1869-1907). Hija de este matrimonio fue Flora Esquivel Salazar (casada con Manuel León-Páez).

Doña Adela “fue Primera Dama de Costa Rica durante toda la administración de su esposo, de 1902 a 1906. Era de temperamento enfermizo y su salud estaba constantemente quebrantada, lo cual le obligó a excusarse frecuentemente de los compromisos protocolarios que demandaba su posición. Al término del gobierno partió a Suiza con su esposo para recibir atención médica especial, pero todos los tratamientos resultaron ineficaces. Murió en San José el 12 de abril de 1907, a los 37 años de edad. Ha sido la Primera Dama de Costa Rica que ha muerto más joven” (2).


Don Ascensión se casó en terceras nupcias dos años después de su fallecimiento, en 1909, con Cristina Salazar Guardia (1876-1951), hermana de su segunda esposa, pero de ella no tuvo sucesión. Cursó estudios de leyes en la Universidad de Santo Tomás y llegó a ser uno de los abogados más distinguidos del país. Durante muchos años fue profesor de la Escuela de Derecho. También fue secretario de la Sociedad Científica Literaria de Costa Rica. Años más tarde fue nombrado cónsul honorario de Nicaragua en Costa Rica. Fue presidente del Colegio de Abogados (del cual había sido fundador, como primer fiscal de la Junta Directiva) en 1886, 1889, 1891, 1892, 1893 y 1894, participando asimismo como uno de los principales redactores titulares del Código Civil de 1888.


En 1871 se inició en una Logia Masónica, aprovechando la circunstancia que su amigo el Pbro. Francisco Calvo fue declarado Gran Maestro de esta corriente intelectual y filosófica que se ponía de moda. En el campo político, perdió su puesto de juez de crimen de la provincia de San José en 1872, al no ceder ante una orden del entonces presidente Tomás Guardia para perdonar a un condenado cercano a su familia. Desempeñó numerosos cargos públicos, entre ellos regidor de la ciudad de San José, Cónsul General de Nicaragua en Costa Rica (1884), Ministro de Costa Rica en Nicaragua (1885), Ministro de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Beneficencia y Culto (1885-1886 y 1887 a 1888), segundo designado a la presidencia (1886-1890) y ministro de Costa Rica en Guatemala (1886-1887).


También fue nombrado en 1885 como Segundo Designado (Vicepresidente) del gobierno de don Bernardo Soto Alfaro, así como Enviado Plenipotenciario para asuntos limítrofes, de Costa Rica ante Nicaragua. Ante el retiro temporal del presidente Soto, ejerció la presidencia de Costa Rica, entre el 1º de mayo y el 10 de agosto de 1889, cuando lanzó oficialmente su candidatura presidencial por el Partido Liberal Progresista, muy cercano a la masonería, luchando contra el candidato del partido opositor, de tinte religioso-católico, el Lic. José Joaquín Rodríguez, en el primer proceso electoral que enfrentó democráticamente a dos tendencias políticas en nuestra nación. El gane electoral fue de Rodríguez, quien tuvo que montar la defensa de su victoria en la llamada Jornada Cívica del 7 de noviembre de 1889. Con este nombramiento, Ascención Esquivel se convirtió en el “primer candidato de un partido político formal de nuestra historia patria”, con lo que, de nuevo, agregaba un mérito más a su destacada trayectoria. Verificados los resultados adversos de esta elección, viajó a Europa y Cuba, regresando al país en 1892, continuando como Profesor de la Escuela de Derecho. Posteriormente fue tercer designado a la presidencia (1894-1898) en el gobierno de don Rafael Iglesias Castro, cargo al que renunció en 1898, habiendo suscrito en 1896, como Enviado Plenipotenciario de Costa Rica ante Colombia, el Tratado Esquivel-Holguin, que determinó el arbitrio del presidente francés Emile Loubet, por el diferendo fronterizo entre ambas naciones.


En 1901 presentó por segunda vez su candidatura a la presidencia, por el Partido Unión Nacional, la cual obtuvo gracias a la llamada Transacción de 1900, entre las fuerzas políticas del país, y que le significó la victoria electoral para el período 1902-1906. El 8 de mayo de 1902 fue juramentado como presidente de Costa Rica, cuando los precios del café habían bajado y existía un faltante en los fondos económicos del Gobierno. A pesar de la difícil situación económica en que le tocó gobernar construyó la línea de tren que unió la ciudad de Alajuela con el Pacífico, continuando la construcción del ferrocarril al Pacífico y declaró a Puntarenas Puerto terminal del Ferrocarril al Pacífico en 1904.


También en su gestión emitió el Código de Procedimientos Penales de 1906.

“En su mandato abrió en 1903 un concurso nacional para dotar de letra a la música del Himno Nacional (ganado por don José M. Billo Zeledón), eliminó la anacrónica y poco práctica Ley de Jurado de 1873, creó los cantones de Jiménez, Turrialba y San Isidro de Heredia y las escuelas de Cartago y Alajuela (que en agradecimiento a ello, actualmente ostentan su preclaro nombre), ordenó el traslado del Liceo de Costa Rica a su actual edificación, al sur de la capital, decretó la colocación de los óleos presidenciales de la República en el dosel del Congreso Nacional (como lo señalaba un viejo decreto de 1833) y creó la Plaza de Carrillo (mal llamado hoy en día, Parque de la Merced). Finalizada su presidencia fue nombrado representante de lujo de Costa Rica en la 3ª. Conferencia Panamericana en 1906, CoJuez en 1912, miembro redactor (junto a otros ex presidentes de la república) de la Constitución Política de 1917 y Presidente de la Corte Suprema de Justicia, entre 1917 y 1920 (3).

Dicha Conferencia Panamericana se celebró en Rio de Janeiro y Don Ascensión tuvo el honor de pronunciar el discurso inaugural de la misma. Murió en San José el 15 de abril de 1923. Sus restos fueron trasladados del Cementerio General de San José al mausoleo de ex Presidentes de la República en Jardines del Recuero en Heredia, el 15 de enero de 1984.


Entre tantos halagos que podemos hacerle a este ilustre abogado, profesor y presidente está que, a pesar de las malas perspectivas económicas en que asumió las riendas del país, logró el progreso de la nación, dando cumplimiento a aquel refrán: “a mal tiempo, buena cara”. Gobernó con gran energía y tuvo excelentes logros durante su administración, que se caracterizó por una gran austeridad y una severa economía. Sin embargo, su prestigiosa gestión se vio quebrantada porque para las elecciones de 1906 suspendió las garantías individuales, expulsó del país a los líderes de los principales partidos opositores y forzó así la victoria del candidato oficial, Don Cleto González Víquez. … “Ascensión Esquivel ha llegado a ser, por su honorabilidad y por su ilustración, una de las figuras más prominentes de Costa Rica y una de las más distinguidas de Centroamérica” Lorenzo Montufar Rivera, Memorias autobiográficas,1898.

NOTAS:

(1): Arias Castro, Tomás Federico (2014); El Canciller Esquivel Ibarra; San

José, Costa Rica: MREC, Instituto Manuel María de Peralta. Pág. 14.

(2): Biografía de Adela Salazar, en Wikipedia (2010).

(3): ARIAS CASTRO, Tomás Federico. (2008). El Presidente Esquivel,

Revista Electrónica de la Academia Costarricense de Ciencias

Genealógicas, No. 10., http://www.genealogia.or.cr



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